Ardigó, un barrio olvidado

María Cuenca (60). "Vivo aquí hace más de 30 años. Cuando llegué la situación era diferente, los caminos eran de tierra pero estaban en mejor estado. Lo más triste es que en todos estos años, las autoridades no han mejorado ni las calles, ni nos han puesto cloaca ni se preocupan por la cantidad de basurales que inundan la zona. Los días de lluvia, ni las ambulancias ni los patrulleros entran aquí debido al mal estado de los caminos. Mi marido todos los jueves se hace diálisis y el remis de la clínica lo deja a casi 10 cuadras de casa porque no puede entrar. Débil por el tratamiento, se ve obligado a caminar hasta nuestro hogar bajo la lluvia", cuenta. 

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Joel Fleitas (14). " Voy al colegio a la mañana. Los dìas de lluvia generalmente me veo obligado a faltar a clases porque el camino se vuelve intransitable. Es imosible salir de la casa", explica.

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Vanina Ríos (21). "No soy vecina del barrio pero acuso todos los sábados porque realizo una activdad solidaria con niños de la zona. Para nosotros es una gran preocupaciòn el tema de los basurales, nos ha pasado de estar jugando con los nenes y encontrarnos con ratas e insctos que son peligrosos es cuanto a la transmición de enfermedades. Por otra parte, la falta de clocas es otro gran incnveniente con el que conviven los vecinos del barrio. En los ùltimos meses hubo una gran ola de gastroenterocolitis provocada justamente por este hecho", declara. 

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Marcela Savala (56). "Hace 25 años realizamos reclamos a la municipalidad para que mejores la situación del barrio. Lo màximo que logramos fue que un secretario municipal viniera a ver las condiciones en las vivimos, obviamente nunca regresó ni hizo nada. Yo pago $600 todos los años de impuestos, lo que no entiendo es dónde va ese dinero si a mi la municipalidad no me da nada, ni cloacas, ni pavimento, ni limpieza. Ya estamos cansados de tanto reclamo, sentimos que nadie nos escucha y eso nos desalienta", dice.

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Oscar Torres (40). "Las zanjas que rodean los caminos de tierra tienen agua estancada de hace años. Tenemos temor principalmente por los màs pequeños, que puedan llegar a contraer dengue. En el verano con el calor se llena de mosquitos y, sumado a la basura, se hace muy peligroso para la salud de todos", explica.

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